Tan comunes y usados por todos, algunos dichos tienen su origen en sucesos o anécdotas impensadas. A continuación una muestra de estos populares refranes, que hasta hoy andan de boca en boca.
DORMIRSE EN LOS LAURELES
En Roma, al celebrar el triunfo en batalla de un cónsul, pretor o general. Como señal de triunfo se le colocaba una guirnalda de laureles. Y estos debían inclinar levemente la cabeza, por lo que daba la impresión de estar descansando sobre los laureles de la gloria.
SALVARSE POR UN PELO
En la antigüedad los marineros cuando caían al agua, generalmente eran tomados por el pelo para salvarles, puesto que este quedaba flotando y era un excepcional punto de agarre. De ahí, que la mayoría de ellos, se dejara el cabello lo más largo posible.
TIRAR LA CASA POR LA VENTANA
En el siglo XIX, cuando alguien ganaba la Lotería Nacional de España, se acostumbraba que los amigos y familiares del afortunado fueran a su casa y, literalmente, arrojaran todas sus posesiones por la ventana. Esto como señal de la nueva vida que iniciaba.
CARGAR CON EL MUERTO
En la época medieval existía una ley que dictaba: que al no poder hallarse a un asesino. Los pobladores del pueblo al que pertenecía la victima, debían pagar una multa conjunta. Al considerarlo injusto, muchos pobladores cuando encontraban un cadáver, se apuraban en cargarlo, y de común acuerdo, arrojarlo en un poblado vecino y así salvarse de la multa.
PONER LAS MANOS EN EL FUEGO
En los antiguos pueblos Germanos, se practicaba el llamado juicio de Dios, cuando existían discrepancias o violaciones a la ley. Este consistía en pruebas de fuego (sujetar hierros candentes, introducir las manos en la lumbre); si la persona salía con pocas quemaduras, significaba que Dios la consideraba inocente y, por tanto, no tenía que recibir ningún castigo.
METERSE EN CAMISA DE ONCE VARAS
Tiene origen en la edad media, en el ritual de adopción. El padre adoptante debía meter al niño, dentro de una manga muy holgada de una camisa de gran tamaño, tejida para tal efecto; sacando al pequeño por la cabeza de la prenda. Una vez recuperado, el padre le daba un beso como prueba de su paternidad aceptada. La vara (83.5 cm) era una barra que servía para cualquier medida y la alusión a las once varas es una exageración de la dimensión de la camisa.
SER CHIVO EXPIATORIO
Proviene de un ritual de los antiguos judíos, en el que el Gran Sacerdote, celebraba el Día de la Expiación. Y eligiendo dos machos cabríos, echaba a suerte el sacrificio de uno, en nombre del pueblo de Israel, imputando sobre este todos los pecados del pueblo.
OK
Durante la Guerra de Secesión, (Estados Unidos), cuando las tropas regresaban a sus cuarteles sin tener bajas, escribían sobre una pizarra '0 Killed' (cero muertos). De ahí proviene la expresión 'O.K.'
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