Señor, entiendo que tienes muchos planes para mi y te agradezco; pero solo te pediré una cosa. Tan solo dame la oportunidad de seguir en este mundo, sé que estoy enfermo y he vivido poco. Seguramente, quieres que sea un hermoso ángel, pero señor discúlpame y no te enojes; lo único que pido es seguir en este mundo un poco más o tal vez, si puedes entenderme, vivir mucho más de lo que vivió cualquier hombre. Se que puedo sonar egoísta, cualquiera daría todo por sentarse a tu diestra, yo te quiero y respeto; pero también aprendí de ti que los hombres pueden tener el camino que escojan, por eso señor; hoy te pido que me permitas seguir en este lugar tan hermoso y disfrutar durante, quizá, hasta cansarme lo cual creo que nunca pasara; de la risa de la gente, de la belleza de una roca, del llanto de un pequeño. Deja que juegue con mis amigos, que siga siendo un niño, aun cuando tenga cien años. Permite que disfrute del dolor de las caídas, que me recuerdan que estoy vivo. Solo te pido señor todavía no me lleves contigo; puedes venir cuando quieras, podemos si te parece a jugar un rato. No permitas que los doctores lloren hoy como ayer lo hicieron, cuando mi mejor amigo se fue hacia el cielo.
Imagen tomada de: http://www.animalesonline.net © del autor Estando cierto día en la granja unas ovejas, una de ellas se sale del encierro y al intentar entrar de nuevo; se encontró con que la puerta había cerrado quedando ella afuera y su comida dentro. Intentó una y otra vez sin poder lograrlo ante la burla de las otras; así que decidió darse vuelta y al hacerlo, pudo ver en frente suyo la libertad y un bosque lleno de alimento. Muchas veces la falsa seguridad, nos ciega ante oportunidades evidentes.
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