Un joven profesional se levanta una mañana y sale de su casa, en busca de una dirección que ha encontrado anotada en un trozo de papel dentro de su bolsillo. A partir de ese momento una serie de sucesos lo conducirá por un camino de angustia y confusión. Gradualmente, se dará cuenta que no es la persona que piensa y la realidad desenmascarará a un adicto, que vive dentro de un mundo de ficción al cual lo ha empujado su propia mente; intentando ocultar un terrible secreto. Así empezará una lucha frenética por saber quien es y cuales de sus recuerdos forman parte de la realidad. Pero al final la verdad no lo hará libre y por el contrario lo condenará a un destino inesperado.
Adquirir nuevas destrezas y ampliar nuestros conocimientos, debe ser una tendencia continua, valorada y motivada todo el tiempo. Aprender es hacerse fuerte, favorecerse a si mismo, ampliar los horizontes, y tomar la llave de las oportunidades. Por tanto, debemos automotivarnos en el conocimiento y al mismo tiempo motivar a otros. Cuando una persona tiene contacto con nuevos procesos, aplicaciones, materias y formas de hacer las cosas; su interés por aprender se fortalece, es un ejercicio que se torna en el más saludable de los hábitos. Sentir pasión por el conocimiento es una virtud que nos hace crecer como personas; tornándonos motivados, persistentes, desafiantes y positivos. Nos conduce a entender el aprendizaje como una útil herramienta para la resolución de conflictos. Sin duda, los beneficios se hacen evidentes cada vez que aprendemos algo nuevo, ya sea social, laboral o académicamente. El mundo es una amalgama de experiencias y para tomar el camino de estas, es convenien
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