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Mostrando entradas de 2016

Imagina un mundo mejor

Imagina un instante ese mundo al que nos invita Lennon, sin culpas, infiernos ni castigos. Con un cielo radiante sobre nuestras cabezas. Sin premuras, apuros de dinero, ni fronteras. Sin excusas para agredir a los más indefensos.  Imagina que vivimos en paz, como hermanos, sin codicias materiales ni hambrunas. Tampoco sometiendo a miles de millones de animales inocentes; mucho menos a nosotros mismos. Compartiendo esta pequeña esfera azul que llamamos tierra. Siendo iguales, viviendo como uno solo. Y a tu lado siempre alguien que se ocupe de ti, te escuche, te haga sentir reconfortado y procure tu bienestar. Imagina que dejamos de correr hacia ninguna parte, que por un instante nos desconectamos de la tecnología para encontrar de  nuevo  la mirada del otro. Que en la fila un desconocido te pregunte como va tu vida, y puedas responder sin aprensiones.  Un mundo donde siempre hay alguien dispuesto a ayudar. Sin religiones, ni algoritmos económicos, sin propiedad privada ni clases social

La responsabilidad en las creencias

Mientras sigamos la senda de premios y castigos, de justificar nuestra conducta en lugar de corregirla. De abarrotar edificios entre alaridos al viento y golpes de pecho. Mientras sigamos creyendo en un infierno y un tipo con tenedor haciendo parrillada con los pecadores, difícilmente asumiremos la responsabilidad que tenemos como sociedad. Somos frecuencias de energía materializadas, cuyo valor esencial radica en la conciencia. Tal conciencia trasciende tras la muerte y pasa a otros planos de un multiverso. El objetivo principal de la humanidad es alcanzar niveles de vibración armónicos, infortunadamente, la narrativa convirtió tal ciencia en poesía. La vibración que buscamos se llama amor, no el amor egoísta que nos profesamos unos a otros buscando obtener provecho. Sino un nivel de conciencia que conduzca a la igualdad y el respeto por la naturaleza. El primer paso para derribar el muro de confusión que impide tal avance es la abolición del sistema capitalista y la religión tal y c

La revolución de la vida

Quiero escuchar el susurro del viento, el correr de los ríos, el cantar de las aves. Sentir el abrazo del sol. Ver la neblina dibujarse en la cima de las montañas. El agitar de las hojas de los árboles. Los animales corriendo libres en las estepas. Quiero de vuelta el mundo que la industria, los bancos y la política nos han arrebatado.  Y si ello implica una gran revolución, quiero que esa revolución florezca en el corazón de cada persona que vive en este mundo. Germán Camacho López 

El despertar de la humanidad

Hambrunas, guerra, sequia, violencia, mendicidad, angustia ¿Es el legado de la humanidad? En el afán de la lógica capitalista, la falacia del crecimiento económico, la avidez de consumo; en medio de estrategias publicitarias de toda índole que ocultan un mundo que se derrumba. P ara 2020, el 67% de los animales del planeta habrán sido aniquilados, entretanto, lagos y ríos del mundo desaparecen a diario por quemas, deforestación y cambio climático . La industrialización destruyó el medioambiente en apenas un siglo. Minería, combustibles fósiles, contaminación, automóviles, deforestación, sobrepesca, solo para mantener un estilo de vida, egoísta, pretencioso. ¿Es un comportamiento racional el de la especie humana? La ineficiencia ecología de la industria y la permisividad ciudadana con el actual sistema trunca toda esperanza de futuro, a menos que tómenos una decisión hoy, a esta hora, en este justo momento. Una revolución ambiental es ineludible o firmaremos el ocaso de la vida en e

Realidad interconectada

Percíbete a ti mismo, tus emociones y motivaciones, al tiempo que aprecias la profunda conexión con todas las criaturas. Recuerda que la armonía no está solo en ideas afines, sino también en la divergencia y la pluralidad. Es ahí donde surge la empatía. Habla, comparte ideas, pensamientos y expectativas, genera confianza. Entiende a los animales como tus semejantes. Rechaza toda violencia. Reconoce el carácter de los demás al escucharlos. Recuerda que todo es energía: persona s, animales y plantas; el planeta es un ser vivo que debe ser protegido. Experimenta ese mundo de vibraciones sumamente enriquecedor: viento, sol, lluvia, montañas, aromas, plantas, sonidos que se conectan generando una profunda paz. Las emociones del mundo son las tuyas propias; las soluciones, respuestas y conocimiento están en ti. Somos armonía, felicidad y risa cuando queremos serlo, cuando conectamos con el entorno, y sus formas de vida. Cuando sabemos respetar esa energía, amor incondicional y pureza. Vive

la capacidad de reconciliación

La capacidad para reconciliarse demuestra el talante de las personas, su inteligencia emocional y empatía. El resentimiento es clínicamente reconocido como una patología con diversos grados de agresión y violencia. Muchas personas buscan que simplemente se les reconozca el daño que sufrieron y responsabilizan a su entorno o a la sociedad por ello. Esperan siempre una restitución por el dolor sufrido, hasta convertirlo en un círculo vicioso. El resentimiento les da de alguna m anera impunidad para comportarse a su antojo. Se convierten en víctimas perennes aun cuando su conducta genere más daño. La reconciliación a nivel familiar, social y político, es necesaria. Sin embargo, no es un mandato sino una decisión personal. Es la oportunidad de abrir la puerta a una nueva vida, impedir que el pasado se cierna como una sombra que controla todo. Es renunciar a la retaliación y sus consecuencias, al derecho subjetivo de tomar revancha, rompe la relación de poder del uno sobre el otro. De lo

Reflexión sobre la guerra

La guerra provoca un enorme daño moral a la sociedad y las posibilidades se reducen al pensar que no está en nosotros cambiar al mundo. De pronto, se favorece la lucha, alejándose de la compasión y la empatía. Queda claro que los manifiestos que se defienden son los del egoísmo. El mayor atentado contra la moral y la convivencia es la guerra, indicador máximo de la sed de poder. Legitimar la violación del derecho fundamental a la vida ¿en que nos convierte?, pero lo hacemos a  diario ¿En verdad pensamos que todavía somos humanos?. Hace mucho dejamos de serlo. La guerra se libra a diario contra animales inocentes, contra el planeta, sus ríos, bosques y mares. La guerra se libra entre nosotros mismos. La degradación de los principios morales como imposición social, nos ha impulsado a una ideología de barbarie. La guerra evidencia la crisis ética de la humanidad, la cuarentena de la bondad, la caída de una especie. Defender la licitud de tan terrible realidad es el falaz argumento que es

Reflexión sobre el capitalismo

El capitalismo es el lugar común donde la tercera parte de la población vive en la marginalidad, el desempleo abunda y el acceso a la educación superior es restringido. Donde la salud es un lucrativo negocio y en la vejez se llega a ser un estorbo para muchos. Es causa y consecuencia de la violencia, la corrupción, el egoísmo y la falta de empatía. Es el lugar de la libertad para drogarse con alcohol, donde la prostitución se calla con pudor sonrojado, pero a cuyos burdeles l a mayoría asiste. El capitalismo se celebra en estadios de fútbol entre gritos enardecidos o con festines de carne de animales inocentes. Se respira en la contaminación de los autos y las industrias. En las calles donde se mira de reojo a las etnias, a los pobres, a quienes piensan distinto. Es arrodillarse ante un puñado de burgueses aguardando las migajas que caen de sus platos, y cual perros rabiosos atacar y morder al pueblo. Es el aviso empresarial de los alucinógenos y las armas, el negocio del terror como

Anarquistas de colores

Entonces me encontré con esta gente un poco loca, aquellos distintos, creando su propia paleta de colores para entender el mundo. Saltando en medio de la lluvia, o solazándose en las páginas de un libro. Luciendo sus tatuajes sin rubores, y llevando el cabello pintado de colores. Anarquistas, abrazando árboles y mascotas convertidas en sus hijos. Desparpajados de índigos rotos y viejas camisetas. De Beatles, Queen, Fito Paez, o Rubén Blades. De karaokes con voces destempladas , libres de miramientos sociales. Viviendo entre gentes de múltiples colores, sin dogmas ni paradigmas. Con el sudor en la frente pedaleando una bicicleta o escalando una montaña. Escuchando el alma de la naturaleza, los ríos, y toda criatura viviente. Besando y abrazando sin normas sociales. Partidarios de la igualdad para todos, ajenos al lucro y la superficialidad. Entusiastas, amigables, compasivos. Cantantes, poetas, pensadores, errantes, capaces de disfrutar la simpleza de la vida. Sabiendo que la razón de

El arte de vivir

Vive quien viaja  en la excelsitud de la imaginación, y se extravía entre páginas de libros, para encontrar  senderos inéditos de magistral erudición. Vive quien hace gracia de sí mismo,  bailando cual alborozado orate,  al ritmo de una canción. Vive aquel cuyo amor propio  supera el amor del dinero;  capaz de encontrar la riqueza en las cosas simples. Vive el que no se esclaviza, entre lujos y marcas; cuyo mayor orgullo es una vieja bicicleta que  le lleva a todas partes. Vive quien no se afana por la vestimenta, sino por las frases que  declaran su esencia. Vive aquel cuyas pasiones, son el brillo de la libertad entre lunas, soles y atardeceres;  entre cantares de gorriones y volar de gaviotas. Vive ese que no añora nada,  cuya existencia le aleja del trabajo tedioso y las minucias de clases sociales. Vive quien reconoce la riqueza de lo simple y lo básico, quien no corre tras sueños ajenos, tras las falacias de un p

La verdad y sus múltiples senderos

La verdad es un terreno de múltiples senderos donde emergen otros nuevos todo el tiempo y, es que la verdad es tan variable conforme cambia de dueño. No es posible encontrar un único sendero hacia la verdad. El universo infinito va modificando todo. No hay ideología ni creencia que abarque la verdad como una totalidad. Una postura política, una creencia religiosa, una ideología económica, son meramente asuntos individuales, no deben ser impuestos a nadie, eso es empequeñece r la verdad. Por ello las religiones han hecho de Dios algo pequeño, por ello el mundo se divide en pequeños territorios llamados pueblos o ciudades; por ello los principios económicos son pequeños e inestables. La verdad no tiene límites, pero usted puede encontrar una verdad que le resulte útil, sin embargo, nadie la va a traer para usted. Tendrá que encontrarla luego de atravesar el sendero que le permite conocerse a sí mismo.  Germán Camacho López

Dónde, ese lugar

Dónde está ese lugar de la tierra que nadie reclame como suyo, sin fronteras ni división social; tampoco autoridad ni juegos de poder, ideologías, territorio o identidad. Ese lugar sin fanatismos, imposiciones, discriminación y normas por doquier; sin sistemas religiosos ni políticos. Donde no existe el dinero, todo se consigue por medio de intercambio. Y la gente vive la libertad de ser ellos mismos sin ninguna norma que seguir. Un lugar de paz y armonía, sin sufrimiento ni miseria. Donde se está menos pendiente de lo material y se aprende a disfruta al máximo el día a día. Germán Camacho lópez

Un lugar de paz. amor y belleza

Percíbete a ti mismo, tus emociones y motivaciones, al tiempo que aprecias la profunda conexión con todas las criaturas. Recuerda que la armonía no está solo en ideas afines, sino también en la divergencia y la pluralidad. Es ahí donde surge la empatía. Habla, comparte ideas, pensamientos y expectativas, genera confianza. Entiende a los animales como tus semejantes. Rechaza toda violencia. Reconoce el carácter de los demás al escucharlos. Recuerda que todo es energía: persona s, animales y plantas; el planeta es un ser vivo que debe ser protegido. Experimenta ese mundo de vibraciones sumamente enriquecedor: viento, sol, lluvia, montañas, aromas, plantas, sonidos que se conectan generando una profunda paz. Las emociones del mundo son las tuyas propias; las soluciones, respuestas y conocimiento están en ti. Somos armonía, felicidad y risa cuando queremos serlo, cuando conectamos con el entorno, y sus formas de vida. Cuando sabemos respetar esa energía, amor incondicional y pureza. Vive

Monopolio

El juego se llama monopolio y el sistema lo controla, en los bordes de la tabla cual insectos se aglutinan los excluidos; levantan las manos intentando ver lo que sucede arriba. Ahí, donde se erigen castillos de mentiras, laboriosa obra del totalitarismo; castillitos de burgueses. Entretanto, en las bolsas de valores se determina el precio de  alimentos, a la par de la muerte de inocentes. Ahí van marchando, dando vueltas los marginados sumidos en una profunda quimera. El sistema no solo especula con los precios, especula con la vida. En lo alto danzan y danzan, defendiendo vacías democracias, aquellos que nunca han tenido el estómago vacío; promueven guerras desde el estatu quo que han erigido como sillón de su sala. Recusan la miseria que les rodea y luego se asombran de la violencia que atañe a la sociedad excluida. Oh, si un día, esos desesperados alcanzan la superficie del tablero, se apoderan de las fichas y hacen reinar el superlativo caos. Acaso ¿alguien ha de sorprenderse?

Esas gentes

Esas gentes Ahí van desfilando con orgullo, entre arengas defienden las doctrinas del sistema, anhelando ser parte de ello. De lo público fructifican, mas refutan que lo público llegue a los menos favorecidos, esos a quienes tildan de “holgazanes”, básicamente por no haber sido invitados a un trozo de la torta. Su mundillo de falacias lo disfrazan de creencias, una vida controlada por papelitos de colores a los que se apegan férreamente. Ahí van sin preguntarse ¿Quién vendió el planeta a los burgueses? para que ahora  paguemos por un pedazo de tierra. Para ellos la libertad es un empleo, escuchar las noticias, y con aliento porfiado seguir a sus líderes políticos y religiosos. Ahí están mirando la tv, vistiendo tan formales, siguiendo siempre las normas. El futuro lo delinean entre una jubilación y la silla mecedora desde donde critican a todo aquel que luzca diferente; entre sueños de lujos que a la distancia se pierden al vaivén de la vida. Ahí van con su existencia de ma

La experiencia presente

El ayer no debe existir para ti, solo podrás tomar de él su enseñanza, pero la realidad física de ayer escapa de tu alcance. Eres distinto, has cambiado. El cielo, el árbol, tu pareja, tus amigos, tu mascota, el mundo es diferente de lo que viste y percibiste ayer. Olvida la imagen que tenías de todas esas cosas, no incorpores lo nuevo en lo viejo; mantén tu mirada en el maravilloso presente, el único tiempo que existe. Amplía esta premisa y has que abarque tus hábitos, costumbres, ideas, tradiciones, recuerdos; con tu nueva mirada libera tu pensamiento. Aprende a ver el árbol hoy, la sonrisa hoy, como la nueva experiencia que es. No dirijas tu pensamiento al pasado, pues siempre eres presente. Libera tu mente. Libera el residuo de la experiencia de ayer para recibir lo nuevo de hoy. Deja que los pensamientos, sensaciones y sentimientos de ayer se diluyan en ese pasado. Disfruta la novedad que trae el momento presente. El amor, la alegría, los sueños no son hábito, tradición o recuerd

Solo existe un tiempo: hoy.

Todo es temor, los niños temen, los adultos temen, los ancianos temen. Y en tanto haya miedo no habrá libertad. Los países crean armas por miedo a ser agredidos, entonces su peor temor se hace realidad, sobreviene la guerra. La gente consume carne por miedo a la enfermedad y su temor se hace real cuando enferman. Las personas sienten celos por miedo a estar solos a tal punto que agobian a su pareja obligándole a marchar, así terminan por estar solos. El miedo jamás ha generado algo positivo. El instinto de supervivencia es necesario, el temor no. El temor es la antípoda del amor y ustedes quieren vibrar en amor, pero es justamente ese miedo lo que lo impide. Toda imposición, toda regla, todo dogma, toda creencia busca infundir temor; existe un mundo de normas para hacerlos desdichados. Pero ustedes tienen derecho a ser felices, ustedes saben en el fondo de su ser las cosas que los hacen felices. Vayan a buscarlas, a encontrarse con ustedes mismos. Está en sus manos, no en manos de otr

Liberando tu mente

El ego busca encontrar seguridad económica, social, emocional. Es su instinto de autoprotección. Si somos bondadosos, si amamos sin ningún interés no hay ego. Sin embargo, cuando decidimos ayudar o amar a alguien y utilizamos esa acción para satisfacernos, para enriquecernos emocionalmente, surge el ego; ya no se trata de compasión o de amor. Así, surge el temor, el deseo de poseer, el conflicto. Lo que quiero hacer en pro de un objetivo económico, moral, intelectual.  Nace el pensamiento de lo que tiene que ver conmigo, con lo que quiero; el “ego”, predomina, y el pensamiento se vuelve autoprotección.   Ya sea para proteger, descartar, aceptar o negar, el ego direcciona nuestra vida, nos invita a “preocuparnos” por nosotros mismos. A protegernos, ganar, ser amados, alcanzar el éxito, ser virtuosos, felices, hermosos. Pero el pensamiento como “ego” no da resultados, seguimos aferrados a él, en nuestras relaciones hay conflicto porque cada uno tiene su forma de ver, creer, sentir.

El hombre alienado

El sistema aliena al hombre a tal punto de entender su trabajo como un asunto ajeno y distante, no la obra de su hacer, de su propia naturaleza. Su actividad es ajena, impuesta, forzosa. Impide la autorrealización, el desarrollo de sus dones. El trabajo muda a una manifestación de esclavitud y servilismo, la alienación de satisfacer necesidades primarias, que el entorno por sí mismo podría proveer. El sistema es el yugo del hombre, donde aquel que no trabaja, el burgués, pos ee al hombre y su trabajo. Negando su condición, convirtiéndole en simple mano de obra con un equivalente económico. El trabajador es utilizable, representa una cifra, es multiplicable. El sistema compra el trabajo del hombre, a su vez, el hombre compra la mercancía del sistema, a fin de cuentas el sistema siempre gana. La alienación hace creer que solo el sistema puede proveer el medio para subsistir, no permite desprenderse de él sin renunciar a la existencia misma. El sistema destruye la solidaridad natural, la

pensamiento propio o estado de opinión

¿Eres consciente de tu pensamiento? ¿Son propios las ideas, planteamientos y decisiones que tomas? O ¿alguien los depositó ahí? Debemos sopesar la información sin dejarnos guiar por creencias o prejuicios, sin evidencia de los hechos; reflexionando todas las opciones posibles y valorando nuestro propio concepto subjetivo. No debemos simplemente aceptar un estado de opinión, de decisiones públicas, de asociación colectiva per se. Solo por hábito repetitivo. La sociedad actual esta desinformada, manipulada, es irreflexiva y deja que otros determinen su desarrollo. Es necesario cuestionar quiénes definen la información que recibe el ciudadano común y que interés particular hay en ello. Urge un pensamiento crítico en todas las esferas sociales. Una interpretación e inferencia propias, la autorregulación del pensamiento. El individuo debe basarse en la confianza de su razón y su integridad intelectual. Teniendo una mente abierta, siendo inquisitivo y, a la vez, empático. Se hace indispe

Lo moralmente aceptado

Creemos que lo moralmente admitido es lo correcto, así llevamos una existencia fría y desapegada, ante el hambre, la esclavitud, la humillación, el rechazo, la violencia que padecen otros. Lo moralmente aceptado es que cada quien luche por su propio bienestar y, acaso, el de sus seres queridos, sin mayores consideraciones éticas. La premisa es subsistir, ser competitivo, sobresalir entre rostros patidifusos y tristes. Entre hileras de semblantes agotados y figuras harapientas bajo la inclemencia del sol. Alaridos de inocentes, gritos que callan ante la voz de mando del sistema regente. Un horror que ocultamos subiendo el volumen de la tv. Nos acostumbramos a ello; al espectáculo grotesco que llamamos sociedad. Este ser humano desesperado no tiene reacción, ni deseos, es llevado al más bajo nivel de sobrevivencia pura y simple, entre las labores tediosas que le asignan. De vez en cuando asiste a una sala de teatro, el cine o un concierto, pero casi nunca se otorga el privilegio de tom

Eres conciencia

A veces sentimos que nuestro contacto con las personas, entorno y eventos se ha vuelto tan superficial, que casi no lo percibimos y mucho menos lo disfrutamos. No nos dan felicidad, porque no sentimos que conectemos con nada.  Sin embargo, podemos ser felices cuando comprendemos que todo sucede dentro de nosotros, Dios, el amor, la felicidad, el éxito son fuerzas latentes dentro de cada uno. Lo que somos y sentimos no depende de lo que pasa afuera, es una decisión interior li bre y propia. Eres viento, bosque, agua, animales; tus seres queridos. Ese Dios a quien crees encontrar en templos gentilmente ataviados eres tu mismo. Eres la conciencia leyendo estas líneas. Cada pensamiento, emoción, deseo, sanación ocurre en tu interior. Con estas palabras comprenderás que también eres lo contrario: aquello que te agobia, rechazas y te molesta emana de ti mismo. Las aves revoloteando en el cielo y hasta el sonido de los cláxones de los autos, están sucediendo en tu campo de concienci

Lo finito y lo infinito

El ser humano en sentido amplio, es aquel que se realiza libremente desde la creación de su propia ética y responsabilidad como individuo; ajeno a los sistemas de creencias impuestos, los moralismos y prejuicios. En ese momento descubre a su dios interior más allá de las culturas preexistentes y concibe una universalidad que le resultaba ajena. El hombre es la unión de lo temporal (la carne) y lo eterno (el espíritu), la combinación de lo finito y lo infinito. La existencia n o es una incógnita, ni la obra del azar; es la búsqueda de experiencias que permitan encontrar una verdad propia para ser usada con plena libertad. Solo tal libertad plena nos permite reconocernos, generar conciencia y conectar con lo esencial. La gnosis del ser humano es encontrarse a sí mismo para ejercer su derecho al libre albedrío. Es la experimentación de la existencia desde la dicha y la angustia. El develamiento de una abstracción que avive nuestras acciones lejos de toda concepción y monomanía social. La

La libertad del pueblo

El poder está y siempre ha estado contra los pobres, el único terrorismo que existe es el terrorismo de estado, belicista y corrupto: ese que suscita diferencias sociales. El ciudadano común debe pugnar por mantenerse digno, por alcanzar una intelectualidad que le permita entender la manipulación a la cual es sometido. Mantener un papel activo ante la amenaza que representan los gobiernos actuales. Avanzar en la configuración de las condiciones de una sociedad moderna, pluric ultural, equitativa, que reivindique al individuo. El pueblo no debe abandonar su idea de liberación y emancipación de pensamiento, la única sociedad funcional es aquella que concibe relaciones entre iguales. El estado actual promueve, por el contrario, un vínculo entre burgueses y sometidos con tintes esclavistas. Una vulgar política que atenta contra la propia naturaleza humana. Cínicas y prosaicas alianzas de corrupción. Deben darse las condiciones para mantener un pensamiento activo, desde el compromiso de la

La vida es una gran oportunidad

Por regla general, todos queremos ser felices, disfrutar, alcanzar nuestros sueños y llevar una existencia significativa. Autorrealizarnos, disfrutar del amor y la compañía de nuestros semejantes humanos y no humanos.  Pero, ¿sabes si consciente o inconscientemente estas practicando el arte de hacerte desdichado y amargar la vida a otros? Excepto que haya una terrible guerra, hambruna, desplazamiento, epidemia, o desastres naturales; intenta ser feliz siempre. Dejando de lado conductas antisociales o sicopáticas; en la cotidianidad podemos encontrar este tipo de comportamientos, incluso, algunos creen que son naturales. No es así. ¿Cuáles podrían ser indicio de que eres una persona toxica y una influencia negativa para otros? Los celos familiares, en el trabajo, con amigos, o pareja. Agitar las banderas de la discriminación racial, ideológica, sexual, social, religiosa, física, de género, académica. Vivir en la angustia del dinero, sentir temor ante cualquier pérdida económica.

Sobre la búsqueda de la paz

La paz es un anhelo colectivo y a la vez una gran utopía que responde a causas objetivas, subjetivas, sociales y culturales. No puede haber paz sin reconocimiento del otro, sin distingo de condición étnica, socioeconómica, sexual, religiosa, de género, política, cultural, incluso, de especie como lo expresó Tolstói en su momento: “Mientras continúe habiendo mataderos, habrá campos de batalla” cabe preguntar ¿Qué es la paz desde nuestra propia interpretación moral?, ¿Estamos listos para una paz sustancial e inclusiva? Existen múltiples fisuras generadas por décadas, casi insalvables en el ideario común. Sustentadas por intereses de quienes propugnan el poder político y económico. Quizá la paz utópica que buscamos no existe, ni esa revolución por los derechos ciudadanos. Es inviable desligar tales estructuras de poder, aún en la firma de acuerdos de retracciones bélicas. Desde épocas de Jesús, Mahoma, Buda o Confucio, la paz se muestra ajena a la naturaleza humana. Tal vez, el error

Elevemos la voz por el respeto y la libertad

Elevemos la voz contra el sistema alienante. Comprometidos, resistamos lo inaceptable de sus políticas. Instituyamos una resistencia pacífica desde el intelecto y las ideas, contra gobiernos corruptos y medrosos, incapaces de instaurar una sociedad pluricultural y fraterna. Porque es nuestro derecho ser impertinentes, irreverentes y, ante todo, libres. El valor de la identidad propia es hoy más necesario que nunca. Enalteciendo el estandarte de una sociedad real de la cual sentirnos orgullosos, y no una sociedad de papel, abusos y suspicacias. No esta sociedad carente de verdadera seguridad social, inequitativa, desamparada y a la deriva; incapaz de garantizar a todos iguales derechos de subsistencia. Ese monstruo que arrebata la dignidad, mientras enriquece sus industrias. Elevemos la voz por un sistema donde prime el bienestar general sobre el interés particular. Donde exista la justa distribución de las riquezas derivadas de la producción, más allá del poder del capital. Una socieda

No eres mejor que nadie y nadie es mejor que tú.

Hay cosas que a la mayoría les gustan, quizá porque les hace sentirse bien consigo mismos, porque los invita a no tener que exigirse más, porque se ajusta a su estado de confort. Pero de alguna manera tu destino ya lo escribiste, tomaste tu libre albedrío y dijiste: <bueno, aquí voy> En el fondo de tu ser sabes lo que viniste a hacer, sabes lo que quieres y la razón por la cual es así. ¿Quién puede influir en tu vida más que tú mismo? cuando lo que llamas vivir no es otra cosa que tu propia reacción ante cada evento. Sin embargo, en este gran mar donde te mueves, debes intentar ser coherente con lo que piensas, de lo contrario vivirás en un torbellino de inconformidad. Todo lo que aparece en tu camino son señales y mensajes; el epítome de un plan que erigiste hace mucho. Es tu capacidad de aprender para ser mejor, tu gran activo, empero, no eres mejor que nadie y nadie es mejor que tú. Solo se trata de personas experimentado aquello que consideran útil. Imagina un lugar sin

Sobre la eternidad

Sin embargo, como Deísta, no dejaré de reconocer la valía de la religión cuya influencia me impulso a la búsqueda de verdades que ya mi alma conocía, adpero, le habían sido veladas. Luego, el árbol de la religión se hizo pequeño, escaso en frutos; ya no hubo mayores respuestas en él, y un horizonte vasto señalaba el camino promisorio de esas verdades que, por acción del miedo permanecían ocultas. La poderosa energía de mi espíritu emergió y su acción sobre mi vida material fue un camino de fluida comunicación. De senderos hasta entonces secretos, sutiles…ahora visibles y palpables. Era un sentimiento que anunciaba mi existencia perenne más allá de los condicionamientos del pensamiento consciente, más allá de la vida. La trama antes misteriosa se revelaba como la realidad absoluta. El conocimiento efímero de mi propia existencia alcanzaba una amplitud de claridad que, emergía en el tiempo sin tiempo; donde todo nace, se transforma y trasciende a la vez. El espíritu se expresó librement

Eres un alma eterna

No hagas Dios a tu miedo, toma distancia de aquello que ofrezca temor, castigo, sometimiento y sacrificio. Eres un alma única y eterna. Si lo piensas por un instante comprenderás cuan lógico resulta: como en la naturaleza lo que llamas “muerte” sucede a la vida, del mismo modo la vida sucede a la muerte. Puesto que algo no nace de la nada, si partir de este plano material fuera el final, entonces no existiría lo que ves a tu alrededor, eso que llamas “muerte” lo habría absorb ido todo. Solo debes recordar tu verdadera esencia. Toma distancia de toda filosofía que te invite a sufrir, a señalar, a ser inflexible con tu ser. Eso no es más que el imperio de la manipulación. No hay pecado en ser feliz, en divertirse, en vivir tu sexualidad, en aprender nuevas experiencias; en todo ello habita la espiritualidad. Tu libre albedrío. Sigue avanzando hasta aprender a ser feliz. Por lo demás, en lo inevitable de la “muerte”, no hay dolor, ni tristeza, pecado, culpa o vergüenza; solo existe amor.

Realidad infinita

Algunos por vínculos familiares, afectivos; por afinidad literaria, filosófica, o de vida. Con algunos he compartido años de infancia, adolescencia, épocas laborales y ha perdurado el aprecio a lo largo de los años. A otros apenas si los conozco en persona, o literalmente no les conozco en forma directa. Sin embargo, basta leer sus conceptos y opiniones para entender lo cercanos que somos. Y es que en el mundo, todos somos hermanos, nuestro origen es el mismo: el de un planeta, una estrella, una montaña, un río, un ave, una liebre, un árbol y el susurro del viento. En mi propio proceso he comprendido cuan valiosos son todos aquellos de mi entorno, y la profunda analogía que nos congrega. Hace un tiempo sentía que solo mis razones eran válidas en un mundo confuso de conceptos errados; pero hoy empiezo a sentir distinto. Hoy puedo decir casi con certeza que tú tienes la razón, como la tiene también él, ella, y todos cuantos te rodean. Que cada cosa que tú y yo pensamos, sentimos y creem

Sobre la opinión personal

Lo que se piensa, escribe, dice o publica es y será siempre una “opinión”, en el lugar especial que ocupa la percepción de cada quien. El objetivo de la opinión no es transmitir datos ni verdades absolutas. Mi opinión no va a cambiar a menos que note alguna validez en la opinión del otro. Toda esa información no es más que la interpretación que hago sobre la base de aquello que conozco, por tanto, mi intención es simplemente argumentar un punto de vista determinado. No persua dir o rubricar mi verdad. Se trata de ofrecer un determinado punto de vista a los demás; la interpretación propia de creencias, noticias, hechos o datos. Esto permite contemplar tales eventos desde ópticas distintas y, en algunos casos, generar sinergia como resultado de la suma superior de opiniones, o cuando menos empatía o concordancia. ¿Cómo desde mi interpretación puedo corregir lo incorrecto de la opinión de otro? Si desconozco sus sentimientos, razones, vivencias, creencias y prejuicios. Me encuentro avocad

La dignidad del perdón

La dignidad que otorga el perdón es proporcional a la grandeza del carácter. Dejar atrás las hieles amargas del rencor, si bien, resulta a veces difícil, liberta de un gran e innecesario peso. Se enaltece en verdad quien en su naturaleza concibe el don del perdón, de perdonarse a sí mismo y perdonar a otros. Restar relevancia a las conductas hirientes y necedades, sin tomárselas tan en serio, con una buena dosis de humor, es el ejercicio más sano. Y es que en algún momento, t odos necesitamos ver perdonados nuestros yerros. Que los agravios se escriban con polvo de tiza, y las buenas conductas se inscriban en mármol. El rencor solo aviva las heridas, las condimenta con sal y limón que lastima cada vez que se recuerda el dolor del desaire. Pero a veces esos desaires son nimiedades, que con el tiempo mutan en pesadas cargas, difíciles de lastrar. En el fondo, somos siempre nosotros reaccionando en la premisa de nuestras propias creencias, incluso, acertando ofensas donde no existen. Sien