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Mostrando entradas de noviembre, 2016

Imagina un mundo mejor

Imagina un instante ese mundo al que nos invita Lennon, sin culpas, infiernos ni castigos. Con un cielo radiante sobre nuestras cabezas. Sin premuras, apuros de dinero, ni fronteras. Sin excusas para agredir a los más indefensos.  Imagina que vivimos en paz, como hermanos, sin codicias materiales ni hambrunas. Tampoco sometiendo a miles de millones de animales inocentes; mucho menos a nosotros mismos. Compartiendo esta pequeña esfera azul que llamamos tierra. Siendo iguales, viviendo como uno solo. Y a tu lado siempre alguien que se ocupe de ti, te escuche, te haga sentir reconfortado y procure tu bienestar. Imagina que dejamos de correr hacia ninguna parte, que por un instante nos desconectamos de la tecnología para encontrar de  nuevo  la mirada del otro. Que en la fila un desconocido te pregunte como va tu vida, y puedas responder sin aprensiones.  Un mundo donde siempre hay alguien dispuesto a ayudar. Sin religiones, ni algoritmos económicos, sin propiedad privada ni clases social

La responsabilidad en las creencias

Mientras sigamos la senda de premios y castigos, de justificar nuestra conducta en lugar de corregirla. De abarrotar edificios entre alaridos al viento y golpes de pecho. Mientras sigamos creyendo en un infierno y un tipo con tenedor haciendo parrillada con los pecadores, difícilmente asumiremos la responsabilidad que tenemos como sociedad. Somos frecuencias de energía materializadas, cuyo valor esencial radica en la conciencia. Tal conciencia trasciende tras la muerte y pasa a otros planos de un multiverso. El objetivo principal de la humanidad es alcanzar niveles de vibración armónicos, infortunadamente, la narrativa convirtió tal ciencia en poesía. La vibración que buscamos se llama amor, no el amor egoísta que nos profesamos unos a otros buscando obtener provecho. Sino un nivel de conciencia que conduzca a la igualdad y el respeto por la naturaleza. El primer paso para derribar el muro de confusión que impide tal avance es la abolición del sistema capitalista y la religión tal y c

La revolución de la vida

Quiero escuchar el susurro del viento, el correr de los ríos, el cantar de las aves. Sentir el abrazo del sol. Ver la neblina dibujarse en la cima de las montañas. El agitar de las hojas de los árboles. Los animales corriendo libres en las estepas. Quiero de vuelta el mundo que la industria, los bancos y la política nos han arrebatado.  Y si ello implica una gran revolución, quiero que esa revolución florezca en el corazón de cada persona que vive en este mundo. Germán Camacho López 

El despertar de la humanidad

Hambrunas, guerra, sequia, violencia, mendicidad, angustia ¿Es el legado de la humanidad? En el afán de la lógica capitalista, la falacia del crecimiento económico, la avidez de consumo; en medio de estrategias publicitarias de toda índole que ocultan un mundo que se derrumba. P ara 2020, el 67% de los animales del planeta habrán sido aniquilados, entretanto, lagos y ríos del mundo desaparecen a diario por quemas, deforestación y cambio climático . La industrialización destruyó el medioambiente en apenas un siglo. Minería, combustibles fósiles, contaminación, automóviles, deforestación, sobrepesca, solo para mantener un estilo de vida, egoísta, pretencioso. ¿Es un comportamiento racional el de la especie humana? La ineficiencia ecología de la industria y la permisividad ciudadana con el actual sistema trunca toda esperanza de futuro, a menos que tómenos una decisión hoy, a esta hora, en este justo momento. Una revolución ambiental es ineludible o firmaremos el ocaso de la vida en e