Pacientes en estado de coma o incluso personas perfectamente sanas lo han experimentado, se trata de un fenómeno conocido como ECM (Experiencia cercana a la muerte).
Una intensa luz blanca, un túnel o espiral y la sensación de abandonar el cuerpo. Un recuerdo tan vívido que, resulta más real que la realidad como lo han expresado científicos investigadores de la Universidad de Liège, en Bélgica, quienes han analizado las ECM con un enfoque distinto, en colaboración con científicos del Coma Science Group y de la Unidad de Psicología Cognitiva de la Universidad de Liège.
Desde los albores de la humanidad, las experiencias cercanas a la muerte han intrigado al hombre, por supuesto, Dios no es una casualidad ni la respuesta simplista a una pregunta y, apenas hoy, estamos entendiendo el verdadero sentido de la muerte como un renacer hacia otro paralelo dimensional.
Estos estudios revelan que los recuerdos imaginarios tienen un menor número de características respecto de como se muestran en si mismos, en relación con los recuerdos reales que dejan una marca mucho más destacada.
Para el estudio mencionado se hicieron pruebas en sobrevivientes de estados comatosos y personas completamente sanas; estas arrojaron que los recuerdos imaginarios tienen menos consistencia visual, auditiva, gustativa, olfativa y espacial que los recuerdos reales. Los resultados comparativos fueron sorprendentes en cuanto a la claridad sensorial y las características de los recuerdos en los pacientes que habían sobrevivido a una ECM. Nada evidenciaba que la mente los tomara como eventos imaginados, por el contrario estos recuerdos de alto contenido emocional parecían ser inigualables y únicos, esto demuestra que las ECM no deben ser tomadas como eventos imaginados, sino como sucesos realmente percibidos de hechos reales.
La muerte física es tan solo el renacer del alma.
Germán Camacho López
Germán Camacho López
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