Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella. (Facundo Cabral)
De los agravios que recibiste siendo un chiquillo ¡libérate!
De los traumas que arrastras contigo y son una pesada carga ¡libera el grillete!
De las decisiones que piensas alguien tomó por ti ¡rompe ese lazo!
De aquel “trabajo” cargante y molesto al que la necesidad te empuja ¡destruye esa mentira!
De la vida rutinaria que se ha convertido en tu cruz ¡suelta los clavos!
De la relación destructiva en que te encuentras envuelto ¡despliega las alas!
Abre los ojos, deja de culpar a otros, abre el morral de tu vida y descarga las pesadas piedras que llevas en él. Disfruta cada día de un Dios bueno y generoso que te escucha y te guía, degusta con agrado el regalo de estar vivo; aprende cada día de tu paso por el mundo y empieza de nuevo cada vez que sea necesario. A tu alrededor hay un mundo lleno de opciones que, solo verás cuando dejes de culpar a otros y puedas ver y entenderte a ti mismo.
Deja de sentir que los demás son los culpables de que tu vida no marche como quieres, jamás se te ha negado la oportunidad d emprender nuevos caminos; el punto en el que estás es lo que tu mismo has decidido.
Nace de nuevo sin prejuicios, date la oportunidad de sentirte libre y vivo, tu felicidad no depende de otros, emerge de ti mismo. Tus desdichas no vienen del pasado para atormentarte, porque cada amanecer es un nuevo inicio.
¿Cuál es la pesada carga que te aqueja? ¿Acaso tienes miedo? No te preocupes la mayoría de las personas lo tienen, pero justamente la búsqueda es desterrarlo, sacarlo de tu vida, llenar tu existencia de optimismo. ¿Has cometido errores? Todos hemos venido a aprender algo, es normal que haya algunos tropezones. ¿Te sientes solo? Te aseguro que vas a estar acompañado, siempre que permitas la cercanía de otros. ¿Temes a la crítica? Cada palabra que brota de la boca de otro, es una enseñanza para que mejores.
¡Vamos sé libre! De todo aquello que has impuesto en tu vida, no dejes que el tiempo simplemente pase; no te limites a endilgar a los demás tus propias culpas, mejor aún deja de sentirte culpable. Entiende que nadie lleva un registro de tus faltas, puesto que Dios, nos ha dado libre albedrío. Aquello que consideras errores es tan solo otra oportunidad de crecer. No te angusties, no hay un juez que te reprocha ni un severo castigo aguardando en el camino, lo que antes fue, es ahora parte del pasado. No te justifiques señalando a otros de asuntos que fueron olvidados. Avanza con la frente en alto, sin temor de alcanzar tus sueños. ¡Actúa! Lo que dejes de hacer hoy, jamás será hecho, porque mañana va a ser un algo distinto.
Sácate de encima el rencor y los señalamientos, las discusiones sin sentido; perdónate y entrega el afecto que tengas para dar a otros. ¡Se libre! Disfruta de un mundo sin melodramas, no te impongas ante nadie, tan solo deja que las relaciones fluyan. Enseña a otros y deja que también ellos tengan sus propios tropezones, y tiende tu mano cuando ellos la necesiten. Llena tus días, semanas, meses y años de armonía. Borra el prejuicio y el recelo, deja de ser un juez severo. El despertador de tu vida esta sonando y hasta ahora no has querido escucharlo ¡Despierta de una buena vez a la vida, al verdadero existir, y aprende a ser libre!
Germán Camacho López
Germán Camacho López
Comentarios
Publicar un comentario