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Sé la oveja verde, roja o azul o simplemente deja de ser una oveja

Cada quien tiene su propia versión del mundo y la vida, como resultado de sus experiencias. Cuando se entrelaza esas versiones empezamos a crear una nueva realidad con nuestra pareja, hijos, padres, hermanos, familiares y amigos. Una perspectiva interesante en tal convergencia.
Si bien, hemos crecido en un mundo estandarizado, de clones, esclavos, simples números en líneas de producción para mantener el sistema. Educados con fines específicos, sin motivación. Con verdades que nos han mostrado como simples estratagemas. En cada uno está la capacidad de reconocerse, salir de la masa y ser libre. Abandonar el redil convertido en una oveja verde, roja o azul, o definitivamente dejar de serlo. Para lograrlo, es necesario llevar la contraria, tener la valentía y el compromiso de ser diferente, o ser tú mismo, único y genial. Descubrir nuevos caminos, estar en movimiento.
Si quienes lideran el mundo, si incluso nosotros mismo fuésemos honestos, intentaríamos siempre que la verdad saliera a flote en cada debate, sin ocuparnos de adaptarla a lo que previamente creímos. Por eso uno de los primeros factores a derrotar es la vanidad, el ego, la tozudez; dejar de tomarse todo tan en serio y aprender a encontrar el contraargumento a las banalidades que agobian. La vida no es conjunto de reglas estrictas, ni los paradigmas de la sociedad son insalvables, tampoco estamos obligados a cumplir cuadriculadas normas, ni estandarizar nuestra existencia. Debemos hacer una pausa para reírnos de nosotros mismos, de los supuestos errores, que no son otra cosa que aprendizaje; hacer una pausa para reconocernos valiosos tal y como somos, con virtudes y mucho por conocer. La vida es solo el enfoque que le damos. No vinimos al mundo a satisfacer una sociedad, ganar respeto y admiración; vinimos a compartir, ser felices, enseñar y aprender. A liberarnos de paradigmas y sinsentidos, tomar el control, decidir, no delegar nuestra existencia por miedo. La felicidad no se debe tercerizar. No te deprimas por el resultado, alégrate por haberlo intentado. Vive, goza disfruta, aprovecha las maravillas de este mundo. Enfadarte o ser feliz es tu elección. ¿Acaso no es mejor cambiar el disgusto, la aversión, el rencor, la tensión por amor y camaradería?
Toda persona puede elegir qué hacer y cómo vivir. Fomentar valores como el perdón, la reconciliación y la tolerancia, enfocándose en trascender los conflictos de manera responsable, con sus desafíos y exigencias. Cabe preguntarse si…¿el odio aporta algo? ¿el resentimiento hace mejores personas?¿la amargura provee compañía? ¿el recelo genera seguridad? Sabes que no. Por eso separa la basura y quédate con lo bueno.
Sé la buena influencia de tu entorno: el de la gran sonrisa, el ecologista, el vegetariano, el honesto, el feliz, el lector, el expresivo, el descomplicado, el amable; pero sobretodo se diferente, o se tú mismo: una oveja escapando del redil.

Germán Camacho López

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