Basta de golpes de pecho. Aprende a vivir. Baila, canta, ríe;
disfruta tu tiempo como un ser físico, reconoce lo que el creador ha dispuesto
para ti. Luego, trascenderás y llegará la eternidad. Olvídate de templos fríos,
lúgubres y oscuros que la mano del hombre ha construido. Dios no tiene empresa
inmobiliaria; su casa son las montañas, ríos, playas y bosques; es a través de
los animales, plantas, aire, agua y demás personas, como expresa el amor de su
creación.
Deja de culpar al creador universal
por sentirte miserable, agobiado y confundido. No hay nada malo en ti, no eres
un pecador, ni empujas una carreta de culpas y vergüenzas. No hay nada malo en
tu color de piel, origen, condición económica o sexual. Expresa tu amor, gozo y
alegría siendo quien eres. Olvídate de las mentiras que te han dicho, los
miedos inculcados, los castigos impuestos. Eres libre.
No te fanatices en textos
devenidos de intereses particulares, encuentra a Dios (o como quieras
llamarle), en el amanecer, el cielo azul, un afluente de agua, una colina; en
la mirada tierna de un animal, o la cercanía de tus seres queridos. Dios no
habita en libros.
Deja de pedir milagros, ya todo
está hecho. El poder de sanarte y ser feliz está dentro de ti; la armonía que
buscas habita en la naturaleza. No sientas miedo, no hay un ser furioso,
egoísta y enojado esperando castigarte. El universo es creación y amor. No hay
nada que perdonar, pero si quieres perdónate a ti mismo y sé feliz.
Eres un ser de pasiones,
incoherencias y necesidades, simplemente, porque estás buscando tu camino.
Nadie va a dañarte por estar confundido, solo deja que el amor te encuentre
libre de temores, mandamientos y dogmas. Mantente alerta. Que el amor, la
compasión y el respeto a los demás te guíen.
La vida física no es una prueba
ni un ensayo, es solo una breve estación en un camino eterno. Eres
completamente libre, no hay premios o castigos, virtudes o pecados. No hay un
marcador registrando tus actos, tu moral debe valer para que hagas bien las
cosas.
Sé bondadoso con el cuerpo
temporal que has tenido. Vive, disfruta, ama y existe; valora lo que tienes: el
mundo a tú alrededor, los animales, los árboles, el agua, el alimento, las
personas.
Deja de creer, para empezar a
sentir. No vivas entre seres imaginarios. A tu alrededor está el creador en
diversas formas y colores.
Deja de fingir que alabas y agradeces solo para quedar bien ante un ególatra inexistente; la única forma de agradecer a Dios es vivir como una gran fuerza de amor, respeto y alegría. De lo único que debes estar seguro, es que estás vivo y seguirá siendo así por siempre.
Deja de fingir que alabas y agradeces solo para quedar bien ante un ególatra inexistente; la única forma de agradecer a Dios es vivir como una gran fuerza de amor, respeto y alegría. De lo único que debes estar seguro, es que estás vivo y seguirá siendo así por siempre.
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