Ir al contenido principal

Corazón Valiente: Todos Tenemos Uno


La valentía, esa que en ocasiones parece tan esquiva; es por excelencia una cualidad que nos acompaña a lo largo de nuestra vida. En medio de pérdidas y aciertos, duelos y alegrías.  
Cuando debemos afrontar el estacazo emocional de una perdida, sea familiar, financiera; laboral, política; de pareja o demás. El impacto inicial libera una serie de temores,  malestares e inquietudes, que desdibujan por completo el futuro que habíamos ideado o mejor “idealizado” porque solo Dios, tiene total potestad en nuestras vidas. Y nosotros simplemente, hacemos lo mejor que podemos, sin garantía alguna de lo que vendrá a futuro.
Sin embargo, cuando nos enfrentamos a una difícil encrucijada, que escapa de nuestro control, llegamos a sentirnos descolocados, invadidos por la incredulidad. En un estado de aturdimiento que se hace perenne; detenidos en el tiempo y sin capacidad para defendernos.
La vulnerabilidad que esto trae consigo, nos hace temerosos de enfrentar nuevos retos y empezamos a dilatar decisiones que a la larga tomaremos.
En esta incapacitante situación tendremos que recurrir a un salvavidas, que poseemos desde nuestro nacimiento: la valentía. El ser humano es valiente por naturaleza, de ahí, su gran éxito evolutivo; su capacidad de adaptarse, incluso a los mas difíciles entornos. Ante una situación que sabemos irreparable, no queda otro remedio que llenarnos de valor y abrir la puerta a todas las opciones de apoyo que consideremos viables, honestas y posibles.
En un principio tendremos que infundirnos de un esfuerzo que sentiremos agobiante. Pero la realidad frente a nosotros es que tendremos que, al igual que hemos hecho siempre, dar ese paso para seguir adelante. Aunque solo sea para vernos al espejo y corroborar que seguimos vivos. La valentía para afrontar la perdida de ese “algo” que valorábamos como parte de nuestra vida; exigirá desmontar viejos paradigmas, y saltar obstáculos que apenas si considerábamos, esto nos fortalecerán para encontrar la ruta del camino que consideramos extraviado.
La valentía es la conciencia de nuestros logros, de la habilidad que hemos desarrollado para superar tropiezos. Muchas veces la determinación es suficiente para vencer lo “imposible”, cuyo límite en ocasiones establecemos demasiado cerca.    
Vivir es la mayor de la fortunas, y como tal debe apreciarse, invertirse  y cuidarse con esmero; independiente del tiempo que tengamos. La tenacidad forjada de valentía, es el guardián de nuestros corazones; que nos permite en la noche más oscura, acertar una luz que siempre ilumina, saber que tras cada lágrima se esconde una sonrisa.   

Sé que tu corazón es valiente.

Germán Camacho López

Comentarios

Entradas populares de este blog

La oveja y la granja

Imagen tomada de:  http://www.animalesonline.net   © del autor Estando cierto día en la granja unas ovejas, una de ellas se sale del encierro y al intentar entrar de nuevo; se encontró con que la puerta había cerrado quedando ella afuera y su comida dentro. Intentó una y otra vez sin poder lograrlo ante la burla de las otras; así que decidió darse vuelta y al hacerlo, pudo ver en frente suyo la libertad y un bosque lleno de alimento. Muchas veces la falsa seguridad, nos ciega ante oportunidades evidentes.

La pasión por el conocimiento y el aprendizaje continúo

Adquirir nuevas destrezas y ampliar nuestros conocimientos, debe ser una  tendencia continua, valorada y motivada todo el tiempo. Aprender es hacerse fuerte, favorecerse a si mismo, ampliar los horizontes, y tomar la llave de las oportunidades. Por tanto, debemos automotivarnos en el conocimiento y al mismo tiempo motivar a otros. Cuando una persona tiene contacto con nuevos procesos, aplicaciones, materias y formas de hacer las cosas; su interés por aprender se fortalece, es un ejercicio que se torna en el más saludable de los hábitos. Sentir pasión por el conocimiento es una virtud que nos hace crecer como personas; tornándonos motivados, persistentes, desafiantes y positivos. Nos conduce a entender el aprendizaje como una útil herramienta para la resolución de conflictos. Sin duda, los beneficios se hacen evidentes cada vez que aprendemos algo nuevo, ya sea social, laboral o académicamente. El mundo es una amalgama de experiencias y para tomar el camino de estas, es convenien

Las Afirmaciones Racionales

La forma en que “vivimos” los acontecimientos cotidianos. Envía a nuestro cerebro una descarga emocional que genera una determinada respuesta. Sin embargo, buena parte de nuestras reacciones, emociones y conductas; están influenciadas por creencias, enraizadas en lo profundo del pensamiento. Y desde ese “supuesto” acerca del funcionamiento de las cosas, parten las afirmaciones racionales o irracionales. Las primeras traen un estimulo positivo para el crecimiento y el desarrollo de la madurez: “me gustaría que…” “preferiría que…” “quisiera que…”. Las segundas absolutizan y se rigen por creencias inamovibles: “debería…” “tendría que…”   Cuando por alguna razón no se logra cumplir los objetivos. Las emociones liberadas tienen un porqué constructivo. Básicamente, instruir a la persona en la consecución de metas; en la superación de obstáculos, y en la adaptación de escenarios inesperados.   Cuando no hay una adecuada salud psicológica, el individuo no logra afrontar la inquietud, el d