El saber común, por lo general es acertado, en relación con diversos aspectos cotidianos. Para la mayoría de nosotros, la música forma parte de la vida. ¿Quien no ha tarareado una canción en una tarde de lluvia, o al compás estridente de los altoparlantes de una discoteca?
Una vez más, la ciencia confirma el saber popular, de la importante función de la música en nuestras vidas. ¡Y vaya, particularidades que se han encontrado!
La música:
ENRIQUECE EL VOCABULARIO: De acuerdo con estudios recientes, aprender a tocar un instrumento, activa nuevas conexiones neuronales, que mejoran la comunicación humana; la capacidad de atención y enriquece el vocabulario.
SIRVE COMO ESTIMULANTE AERÓBICO: Escuchar música no solo sirve únicamente, para “presumir” unos buenos pasos de baile. Sino que también ayuda al ejercicio físico, sobretodo ritmos como el rock y el pop, que ayudan incluso a aumentar la resistencia física del cuerpo.
LA MÚSICA POR EL OÍDO IZQUIERDO: Según estudios, el oído derecho recoge mejor los sonidos del habla, entretanto, el izquierdo responde mejor a la música. Así que a partir de ahora, mira con que oído atiendes.
LA MÚSICA INCITA A BEBER: El estridente sonido musical de los bares incita a consumir más alcohol en menos tiempo. A mayor volumen, más copas. Ya decidía yo, que lo de la bebida, tenia que tener una misteriosa razón.
MEJORA LA CIRCULACIÓN: ¡Pero que no la del trafico vehicular! No sea se pongan alegres y se den a beber, mientras conducen. Lo que mejora es la circulación de la sangre en el cuerpo y el ritmo cardiovascular.
Y por ultimo, cerrar los ojos y dejarse cautivar por aquellos melódicos sonidos; aumenta el efecto emocional que la música produce. De modo que cuando quieras ponerte romántico, ya sabes: una buena copa de vino, tu música preferida y a cerrar los ojos para disfrutar del momento. Claro, primero escoge una buena compañía, por que hasta la música, solo, no sabe a lo mismo.
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