Durante años pudo habérsele excluido de los anaqueles de la literatura, y haber desdeñado su evidente calidad narrativa, pero es un hecho que literariamente, la Biblia, tanto en el antiguo como en el nuevo testamento es uno de los libros mas valiosos que existe.
Si bien, la interpretación sagrada de su escritura no puede desprenderse de su forma literaria, es notable como sus autores adoptan una delicadeza narrativa semejante, para exponer su pensamiento. Esto genera sin duda un efecto en el lector.
Entender su calidad literaria, por supuesto, no implica desconocer su carácter de santidad y su contenido histórico. Pero la Biblia no parece ser, simplemente, un libro más entre los otros, y son particulares las virtudes y cualidades de sus líneas.
No resulta difícil acertar dentro de este texto sagrado, desde poesía hasta relatos didácticos, pasando por los históricos.
Hoy día, la biblia resulta de fácil acceso tanto para creyentes, como para científicos y eruditos habidos de estudiarla y desentrañar sus misterios. Múltiples disciplinas parecen encontrar abrigo en sus paginas, dejándose cautivar por estas, aun con disimiles puntos de vista. Historiadores, etnólogos, teólogos y arqueólogos asisten a su encuentro en busca de respuestas.
Pero esa búsqueda de un sentido literal de las escrituras bíblicas, requiere esfuerzos conjugados y multidisciplinarios, que van desde el conocimiento en lenguas antiguas, historia y cultura, hasta el análisis de las formas literarias y el método científico.
Algunos piensan que, incluso, la Biblia podría haber sido influenciada por textos anteriores a ella, provenientes de otras regiones distantes a su lugar de nacimiento, como Egipto y Mesopotamia, entre otros.
De cualquier modo ¿Es posible aplicar una interpretación a las Sagradas Escrituras, desde el entendimiento de lo que el escritor intentó decir? Siendo que su tiempo y cultura, son tan disimiles de la época actual.
¿Como podría desglosarse el contenido histórico, metafórico y poético, de algunas líneas? Cuando el mismo texto parece denotar que se usa la validez de esta herramienta literaria para enriquecer el relato. Algunos incluso han llegado a sugerir en la Biblia algunos matices de “novela religiosa”, empero, no hay duda que la biblia tiene contenido histórico en muchos de sus apartes, por lo tanto, no puede tratarse de una novela aunque en algunas líneas se valga de sus formas literarias.
Mas allá de cualquier conclusión, la única verdad planteada es que este texto sagrado, propende proporcionar alivio espiritual a quien la lee y el receptor ineludiblemente se siente depositario de un mensaje que interpreta en el trasfondo de esas líneas.
Lo intelectual, lo histórico, lo imaginativo y lo emotivo de esta maravillosa obra, sin duda la convierten en una de las megaobras literarias más grandes de todos los tiempos.
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