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La psicología inversa

Seguramente, hemos escuchado el término, pero ¿Qué hay detrás de esta  popularmente aplicada tendencia de la conducta humana? ¿Que es la psicología inversa?
Primero, digamos que es una técnica de intervención psicológica que juega con la sorpresa,  la cual puede ser aplicada de manera consciente en terapias psicológica o de forma subjetiva en nuestra cotidianidad.  
Para entender la psicología inversa, debemos considerar antes, la Reactancia. Que es la activación emocionalque conduce a una persona a intentar restaurar sus libertades de conducta cuando siente, que estas están siendo vulneradas. Es decir, cuando alguien pide algo que no encaja plenamente con nuestras representaciones mentales; esto se percibe de algún modo, como una coacción a la libertad, y la mayoría de personas se negaran a hacerlo o en defensa de esa independencia harán totalmente lo contrario. Esto en razón a que se produce un cambio de percepción, una minimización de las conductas permitidas y la sobrevaloración de procederes prohibitivos.
La Reactancia puede emerger cuando alguien se siente presionado a aceptar o aplicar un determinado planteamiento, lo que puede llevar a que la persona adopte una postura contraria a lo que se pretendía trasmitir, y se haga mas resistente a la persuasión. En ese orden de ideas quienes usan la psicología inversa, propenden influenciar a otro para llevarlo a elegir lo contrario de lo que sus palabras o indicaciones están apuntando.
A nivel de terapia, algunos psicólogos utilizan esta técnica en el tratamiento de fobias, ansiedades, miedos infantiles, entre otros.
Por ejemplo, decir a alguien: “"Seguramente no llegarás a la hora acordada” podría motivarlo a hacer exactamente lo contrario, incluso, llegar más temprano, tan sólo para demostrar que el otro se equivoca.
Generalmente, cuando alguien te dice que no puedes realizar determina tarea, las respuestas emocionales son:
Un mayor deseo de hacerlo, una actitud defensiva de tu libertad para realizarlo, o el enojo con quien quiere coartar esa independencia.
La psicología inversa funciona en la cotidianidad, con la incógnita que en ocasiones queremos aportar a determinada situación para dotarla de mayor interés, algo como: “Te lo iba a decir, pero mejor ya no”
Este tipo de frases, realmente busca provocar en el interlocutor un mayor interés sobre lo que iba a decirse.  
Cuando una persona se percibe a si mismo con libertad suficiente para ocuparse de sus cosas, cuando la coacción a esa libertad es significativa; cuanto más valore la persona esa libertad, cuando una imposición afecta otro tipo de libertades, y puede , hacerse repetitiva en el tiempo, germina la reactancia. Empero, si la fuente que intimida es una alta autoridad (gobierno, autoridades, docentes, jefes), esta reacción suele ser menor.
Usualmente, la sensación de libertad se reivindica comprometiéndose justamente en llevar a cabo la conducta amenazada. Ejemplo de esto, son los celosos, quienes casi siempre consiguen que su pareja termine alejándose con otr@, ante las reiteradas intimidaciones para no que no lo haga. En otros casos, puede haber una conducta equivalente a la coaccionada, como el niño al que se le prohíbe jugar pelota en la casa, y en su lugar toma toda la colección de coches de juguete y la esparce por todos los rincones de esta, o la prohibición de ver internet que se transforma en varias horas frente al televisor.
Por supuesto, la psicología inversa no afecta a todos por igual, se ha podido demostrar que funciona mejor con aquellos quienes tienen conflictos de autoridad, por el contrario puede ser ineficaz en aquellos que acatan fácilmente las normas, sin cuestionarse demasiado.

De cualquier modo hay que ser cauteloso al usar este tipo de técnicas, para no hacer sentir a los demás manipulados, o generar en ellos una sensación de defensa acérrima de la libertad, puesto que sabemos que algunas conductas, si, deben ser acatadas de la forma literal en que se expresan, por el bien de la sociedad en general.

Germán Camacho López

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