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Aprender a cuestionarse y tener una mentalidad abierta

Nuestros pensamientos certifican aquello que conocemos y a la vez disciernen lo que ignoramos. Se puede llegar a ser escéptico sin ser desconfiado y tomar la duda como una oportunidad de hallar la respuesta que buscamos. Cuando nos vemos impulsados a tomar una decisión, es importante examinar el ramillete de ideas, opciones y puntos de vista que emergen ante nuestros ojos e ir al fondo de cada expectativa para acertar los puntos positivos en cada una.
De igual manera, debemos entender que aun cuando tengamos un conocimiento amplio en alguna materia; como seres humanos somos susceptibles de equivocarnos en algún planteamiento, por tanto, la disciplina de escuchar a otros y tomar en cuenta sus ideas, es un sano ejercicio.
Más allá de estas necesarias reflexiones, se hace esencial derrocar cualquier temor. El verdadero vivir se forma de decisiones tomadas, que se refuerzan cuando estas se acompañan de una valiosa predilección por conocer y aprender.
Es este habito de conocimiento y toma de decisiones lo que mejora y agudiza nuestra habilidad de observar las pinceladas de cada situación. Así mismo, debemos permanecer siempre atentos a la innovación y el saber y dotarnos de coraje para el momento en que halla que tomar decisiones, siempre desde la sensatez y la comprensión de nuestras destrezas y capacidades.
Aprender a cuestionarnos, a salir permanentemente de la zona de confort; a dar un uso adecuado a nuestro potencial y conocimientos, es la forma adecuada de llegar a la meta, identificando las barreras y oportunidades que ese camino pueda presentar.
Ser críticos respecto de aquello que nos rodea, es una herramienta valida para la toma de decisiones racionales, siempre que tengamos una mentalidad abierta y la prevención respecto de los pasos que debemos dar, se ajuste a parámetros lógicos y sensatos. Por supuesto, la motivación, el arrojo, y la capacidad de construir pensamientos e ideas propios, será un plus en cada objetivo que establezcamos. Al mismo tiempo debemos evitar los paradigmas y prejuicios respecto de las capacidades humanas; puesto que son los argumentos comprobables, la medida real de lo que podemos lograr. Solamente identificando las herramientas e información a nuestro alcance, es posible adentrarnos en la tarea que queremos emprender, es este el punto de partida. La verdadera competencia de cada individuo está en sus propias características y fortalezas y el uso que va dando al conocimiento; su análisis, relación, evaluación y regulación del mismo. Esto nos lleva a ser férreos, pero a la vez de mentalidad abierta, justos e incluso flexibles en determinadas situaciones. Quien logra aprender a cuestionarse tomando el conocimiento de cada situación, y está dispuesto a tener un criterio propio de aquello que le rodea; consigue aproximarse un par de pasos más hacia la verdad que busca.
Anticiparse a cada situación, evaluar las variables, decidir la postura que se tomará respecto de ella; persistir en acertar las posibles soluciones y construir una opinión desde la base del conocimiento previo, posicionándote donde encuentres el viento a tu favor. Valorar tus propios postulados, encontrando la lógica, incluso, en situaciones desconocidas. Escapar de tus prejuicios y de la “razón” de tus ideas, para poder ir más allá, teniendo una visión global del mundo.
Aprender a cuestionarse, teniendo una mentalidad abierta, nos permite exigirnos a nosotros mismos, modificar “verdades” cuando la repuesta a nuestro interrogante es disímil de lo que creíamos. Es tomar en las manos los hechos, las conjeturas, las pruebas y poder encajar aquello que aparentemente no formaba parte de nuestra idea inicial. Se trata de ser honestos, de entender nuestros verdaderos objetivos personales, sueños y motivaciones, pero a la vez tener una postura crítica aun frente a nosotros.
A la vez esto nos conduce por el camino del aprendizaje continuo, de la no aceptación de informaciones y posturas aprendidas previamente, cuando entendemos que la vida es un proceso de aprendizaje y exploración constante.  
Desde hoy toma el sendero de tu voluntad, de buscar las respuestas, no aquellas que quieres escuchar, sino las que son verdad; aquellas que te llevaran a alcanzar tus metas. Verás que por primera vez en mucho tiempo te has puesto de pie y empezado a andar de nuevo.

Germán Camacho López

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