La historia de la creación original por parte de una deidad poderosa, llamada Dios, o conocida con diversa nombres; introduce al ser humano en la teoría creacionista, disímil de los conceptos científicos y es aceptada en múltiples culturas como una verdad incontrovertible.
A grandes rasgos, la creación habla de un ingeniero supremo constructor de todo lo existente, como principio de toda realidad.
La BIBLIA, pilar del cristianismo y catolicismo identifica este inicio en el libro del Génesis, cuando Dios separa la luz de las tinieblas, dando inicio al universo y sus diversos elementos: constelaciones, estrellas y planetas como los conocemos hoy. Para luego avocarse a los detalles de su creación, entre ellos, el hombre y los seres vivos.
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Empero, múltiples culturas distantes geográficamente y sin un aparente vínculo entre ellas, desde épocas milenarias han descrito el nacimiento del universo de forma similar:
Los CELTAS, por ejemplo, dicen: “en el principio solo era ella, sola y asombrosa en su natural esencia, la Diosa, cuyo nombre no debe ser pronunciado y que flotaba en la oscuridad del infinito precedente a todo lo que existe. Entonces vio ella por vez primera, la luz que manaba de su propio ser y del amor de su imagen misma, brotó todo lo que fue, es y será por siempre. Y con una lluvia de seres espirituales fueron poblados los planetas, después de esto su creación liberó su mano y se alejó cada vez más, cambiando una u otra vez su forma”
Respecto de los MAYAS, estos consideraban que, en un inicio todo estaba suspendido, rodeado de calma y silencio y era vacía la extensión del cielo. No había hombre ni animal, hierba, piedra o árbol, o criatura que habitara la extensión del mar, solo era el cielo lo que había. Y en el silencio de la noche, los creadores Tepeu y Kukulkán eran los dos primeros a existir; grandes sabios pensadores en su naturaleza, y también con ellos estaba el corazón del cielo. Juntaron ellos su palabra con pensamiento para disponer la creación y el huracán, que es el corazón del cielo lo hizo, llenando el vacío; retirando las aguas, aclarando el cielo, y hecha la tierra, luego las montañas crecieron. Finalmente, Kukulkán agradeció al corazón del cielo cuando la obra estuvo terminada.
Vemos que no dista mucho de la forma en que el GÉNESIS, aborda la creación: “En el principio la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el espíritu de Dios, se movía sobre las aguas, y dijo: sea la luz y la luz se hizo, y viendo que era buena separó la luz de las tinieblas, y las llamó día y noche y juntas fueron un día.
Bastante aproximada a la visión CHINA de la creación que relata un principio donde los cielos y la tierra eran uno, y todo era caos, siendo el universo como un enorme huevo dentro del cual, habitaban las fuerzas vitales del yin (obscura, femenina y fría) y del yang (clara, masculina y caliente), que formaban a Pan Gu, quien al despertar se estiró rompiendo el huevo; provocando que los elementos pesados de su interior fueran hacia abajo, formando la tierra y los mas livianos flotaran creando el cielo. Durante miles de años la tierra y el cielo se alejaron y Pan Gu, crecía llenado el espacio entre ellos.
En otra región, EGIPTO, dice la tradición que en un principio todo era caos y el primer espíritu se hallaba disuelto en este, sin existir los elementos que darían origen al mundo, y tan sólo existía inmensas aguas turbias cubiertas por tinieblas; una oscuridad que no era noche, pues ésta no había sido creada. Era un océano infinito llamado Nun, quien contenía todos los elementos del cosmos. Y aun no existían el Cielo ni la Tierra, tampoco los hombres o los dioses habían nacido. No había vida ni muerte. Pero el espíritu del mundo disperso en el caos, tomó conciencia y se llamó a sí mismo; de ese modo nació el Dios Amón Re, quien estando solo decidió crear de su aliento el viento y de su saliva la humedad, y ordenó que vivieran estos del otro extremo del Nun.
Para los NORDICOS, en un principio existía un mundo de hielo y uno de fuego y entre ellos un abismo profundo donde nada vivía; el hielo cubría todo y al caer las lumbres del mundo de fuego sobre este, formaban nubes de vapor que al subir nuevamente formaban un bloque de hielo donde habitaba el gigante primitivo Ymir.
LOS BOSHONGO, tribu africana, tienen la idea de una oscuridad prexistente y el agua original. Y es la voluntad del Dios, Bumba, la quepermite la aparición del mundo. Según su relato, en el principio solo había oscuridad y el Dios estaba solo, un día sintiéndose agobiado por un dolor y fuertes nauseas expulsó de sus entrañas el sol y la luz se irradió por todas partes; el calor que vino consigo secó las aguas y dejó emerger la tierra, así, de su ser siguieron emergiendo nuevos astros, estrellas y luego seres vivos.
LOS CHIBCHAS O MUISCAS, de Colombia, piensan que en un principio todo era oscuridad y la tierra era blanda y fría, sin plantas, animales ni hombres. Solo eran el Dios Nemequene, su mujer e hijo. Entonces, el Dios quiso crear vida y belleza, así que pidió a su hijo que subiera el cielo para que desde ahí iluminara la tierra.
Como vemos existen múltiples creencias relacionadas con la creación del universo, el mundo y las especies vivas, sin embargo, muchas de ellas con sorprendentes similitudes y coincidencias. Quizá un contenido cierto, pueda desprenderse de este legado heredado de antiguos pueblos, que aun sin conocerse unos a otros, llegaron a similares conclusiones. De cualquier modo el origen del universo sea visto de forma científica, religiosa o filosófica, es y será la mayor Megaobra alguna vez construida.
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