Concentrase
en lo positivo, las noticias van y vienen, pero una sana decisión es no
malgastar tiempo en el problema, optando enfocarse en la solución; en la
capacidad de cada quien para construir dentro de las variables que podemos
controlar.
Aprender a tomar
distancia de los cargantes y quejosos, quienes solo sirven para agotar la
vitalidad y el entusiasmo. Rodearse de personas radiantes, esas que encuentran
algo positivo en cada evento, que en ocasiones parecen “abusar” del optimismo,
pero siempre ayudan a revitalizar el ánimo con una frase, una sonrisa, una voz
de aliento.
Poner límites
donde razonablemente deban ser establecidos, dar valía a nuestra forma de ver
el mundo, sin obviar la cortesía, la empatía y consideración con otros.
Dejar el
pasado en el baúl de recuerdos que le corresponde, sin que afecte las emociones
y sentimientos actuales; tomarlo como enseñanza y fuente para aplicar
correctivos, pero nunca para dar giros inútiles en aquello que un día fue.
Encontrar el
lado divertido de la vida, el verdadero humor, no el sarcasmo ofensivo; tomar
provecho de cada oportunidad para disfrutar en casa o con amigos. Intentar siempre
construir relaciones fluidas y momentos amenos.
Sobrepasar
los conflictos, acertando la banalidad en muchos de ellos, desdeñar el enojo creando
conciencia para que, sucesos incómodos no se repitan. Jamás tomar provecho de
los desaciertos ajenos.
Aprender a
desarrollar independencia, crecer cada día, avanzar por el camino de las ideas,
estar abierto a cambiar paradigmas teniendo en cuenta la opinión de otros. Confiar
en si mismo y en un juicio maduro y sensato, tomar decisiones adecuadas. Esto es
desarrollar inteligencia emocional.
Germán Camacho López
Germán Camacho López
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