En
algunos momentos de la vida podrás sentirte coaccionado o intimidado, pero una
vez que has comprendido la inutilidad del miedo, verás las dificultades y el
dolor del matiz que tú quieras verlos.
Ser
valiente al defender una postura que se entiende correcta, aun cuando exista una oposición generalizada
de parte de los demás; actuar según tus convicciones aunque esto devengue en la critica.
Existe
una gran fuerza que vibra dentro de ti, que te hace ser más fuerte física,
espiritual y psicológicamente: es la valentía.
Vivir
superando cada día nuevos retos, venciendo viejos temores sin ocuparse del ¿que
dirán?
Una
persona valiente hace lo que juzga correcto sin lastimar a otros, ni ocuparse
de los prejuicios y paradigmas de estos; no importa si ser consecuente trae
consigo consecuencias inesperadas, empero, quien actúa de esta manera vive en el
equilibrio de rodearse de personas idóneas y construir un mundo sano a su
alrededor. Alguien que se viste de valor cada mañana, logra superar sus
ansiedades, sin hundirse ante cada tropiezo.
Ser
valiente es tomar las riendas de tu vida, ser decidido, ayudar a otros a pesar
de los riesgos y consecuencias; no amilanarse ante los obstáculos y afrontar con
entusiasmo cada nuevo desafío. Es mirar a los ojos a la adversidad y seguir
siempre con la frente en alto, en busca de los más elevados propósitos;
resistir la presión de la sociedad, defender las causas nobles, opinar y decidir
dentro del ámbito familiar, social y laboral. Tener valor es cuestionarse,
atreverse a ver el mundo con los ojos de la verdad, construir nuestro propio
futuro.
Una
persona valiente es capaz de salvar cualquier obstáculo que encuentre en su
camino, dotado siempre de una maravillosa destreza; provisto de una mixtura
ideal de valentía y optimismo, que le permite guiarse a si mismo y señalar el
camino para otros.
Irremisiblemente,
al miedo hay que desterrarlo, aun cuando parezca que la lógica y el raciocinio darán
un traspié. Puesto que solo aquellos que son decididos, consiguen inspirarse de
tal valentía que le permita conseguir logros más allá de lo imaginado.
Así que, hoy te pido que seas valiente, que actives
esa fuerza que habita dentro de ti, con entusiasmo, ilusión y alegría; ve por
la recompensa que la vida te tiene.
No te amilanes, ejercita todo el tiempo tu valor y
vence tus temores; ama, canta, vive, grita, salta, renuncia; busca, lucha,
abraza, despídete y rencuéntrate a cada instante. Deja que la adrenalina de
vivir corra por tu cuerpo, prepara tu mente, activa tus ojos y oídos; escucha
el murmullo de la creación vibrando en armonía contigo.
Enfrenta aquello que has rehusado enfrentar hasta agotarlo
y excluirlo de tu ser. Indaga, busca, curiosea, imagina y adéntrate en un mundo
desconocido, pleno de incertidumbre; tan solo para demostrar que tan valiente
puedes ser.
Germán Camacho López
Germán Camacho López
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