« cogito ergo sum », Pienso, entonces existo. La famosa frase del reconocido filósofo, matemático y físico francés René Descartes. A quien un día se le ocurrió pensar, como probablemente a usted también le ha pasado, si la existencia es en si un plano de la realidad, o de algún modo no existimos. Su conclusión, fue la ya conocidísima frase. Es decir que de alguna manera, la existencia es equivalente a la medida de conciencia de la existencia propia. Si puedo pensar es porque existo, pero la manera en que puedo identificarme como un “algo real” es precisamente el pensamiento. De algún modo si no piensas, no puedes estar consciente, por ende ¿Cómo saber si realmente existes? El “cogito ergo sum”, pasa entonces a convertirse en un criterio de lo que es real: pienso, entonces existo. Así que vivo dentro de una realidad afectada por mi propio pensamiento, como la herramienta que me hace consciente y real. No hay afirmaciones distintas ...