La paz es un anhelo colectivo y a la vez una gran utopía que responde a causas objetivas, subjetivas, sociales y culturales. No puede haber paz sin reconocimiento del otro, sin distingo de condición étnica, socioeconómica, sexual, religiosa, de género, política, cultural, incluso, de especie como lo expresó Tolstói en su momento: “Mientras continúe habiendo mataderos, habrá campos de batalla” cabe preguntar ¿Qué es la paz desde nuestra propia interpretación moral?, ¿Estamos listos para una paz sustancial e inclusiva? Existen múltiples fisuras generadas por décadas, casi insalvables en el ideario común. Sustentadas por intereses de quienes propugnan el poder político y económico. Quizá la paz utópica que buscamos no existe, ni esa revolución por los derechos ciudadanos. Es inviable desligar tales estructuras de poder, aún en la firma de acuerdos de retracciones bélicas. Desde épocas de Jesús, Mahoma, Buda o Confucio, la paz se muestra ajena a la naturaleza humana. Tal vez, el error...