Aprende a practicar la
alegría, a sorprenderte cada día y ver la vida como una emocionante aventura, olvídate
del tedio y encuentra sentido en cada cosa que haces. Habla de lo entretenido que estás todo el tiempo y lo fascinante que habita
en cada tarea por pequeña que sea. Convéncete que las crisis no existen, y
procura que las aventuras que quieres, las puedas vivir junto a tu pareja y
seres queridos. Compra solo aquello que realmente necesitas y si algo queda, conviértelo
en hábito de ahorro.
Aléjate de disputas
insulsas y palabras necias, aprende a controvertir con amor, cuando defiendas
tu punto de vista ante tu pareja, padres, hijos, amigos y vecinos. No seas
superficial y egoísta al comprar una mascota, en la calle habitan muchas a
quienes vendría muy útil tu ayuda. A
pesar de estar solo, recuerda que siempre, alguien te acompaña en sus
intenciones y oraciones.
Invita alguna
vez a tus familiares y amigos, a compartir un momento de plática y anécdotas.
Deja de lado los
tontos realities, la prensa amarillista y ponte a leer un buen libro que pueda
nutrir tu mente y tu alma.
No permitas que un inconveniente absorba tus emociones y nunca dejes que
la depresión ni la ansiedad te agobie, asume siempre una postura de valentía y
arrojo. Convierte tus sueños en el foco de tu vida, coméntalos con otros, asóciate,
y practica el relacionarte de la mejor manera con los demás.
Enfócate en la posible
solución de cada asunto, hazte una persona optimista, acepta conocer nuevos
lugares y probar nuevas experiencias; mantente siempre calmo, practicando psicología
positiva, levanta la mirada y avanza.
Cuida tu cuerpo y tu mente para alcanzar metas más
altas.
Escribe aquellas
cosas que te generan bienestar, y una vez a la semana, ensaya poner alguna en práctica.
Cultiva tu relación
de pareja, dejando de lado las peleas triviales, no acorrales a nadie, ni te
sientas decepcionado por nada, todo es aprendizaje. Escribe frases positivas que
puedan ser útiles para otros, y no atribuyas tu propia conducta y decisiones a
los demás. Olvídate de la crítica y el
insulto, por inocente que parezca. Acierta
siempre lo mejor de quienes te rodean, resalta tu espíritu noble en todo
momento, siempre que puedas e intenta hacer mejores los momentos de las
personas; contesta, entiende, y aporta. No des giros en el pasado, menos sobre
aquellos aspectos que sientes te lastimaron, ni pienses que vives en una guerra
de motivos personales. Ayuda, sé solidario, participa alguna vez en sencillas actividades
comunitarias, sin esperar ganancias o reconocimiento. Recuerda que para ayudarte
a ti mismo, el mejor camino es ayudar a otros, a veces, con una simple frase. Expresa
gratitud, recuerda lo valiosa que es tu vida, tu pareja, padres, hijos, amigos
y todo cuanto te rodea.
Imagina siempre
el mejor escenario, motiva tu mente a pensar el éxito, en el triunfo de tus
proyectos, en que todo puede ser mejor para ti.
Agradece a tus
padres por tus triunfos, ellos siempre tendrán algo que ver en ello y aprende a
asumir tus propios desaciertos; agradece a tu pareja, maestros, hijos, amigos y
personas que han pasado por tu vida.
Disfruta las
pequeñas cosas del día, la comida que gracias a Dios, hay en tu mesa, la música,
la naturaleza y el arte. Da una caminata y recuerda que el mundo esta lleno de
riqueza, oportunidades, gente buena y sueños por alcanzar.
Siéntate en tu
silla, respira profundo y busca los sentimientos que te hacen sentir feliz y
pleno. ¡Realmente vale la pena sentirse vivo!
Germán Camacho López
Germán Camacho López
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