Que hermosa es la niñez: inocente, alegre e irrepetible. Pero entre los niños de ayer y los de hoy, y sus juegos hay grandes diferencias. Esa generación de los 70´s y 80´s, con tantas cargas a cuestas en este mundo moderno, si que vivió una época repleta de fantasía; en comunidades abiertas que disfrutaban al aire libre, y rodeados de amigos, el solaz de un buen juego. Encantados (o congelado), escondidas, la víbora de la mar, de tin marin, piedra papel o tijera, zapatito blanco, la gallina ciega, ponle la cola al burro, indios y vaqueros, la botella, rayuela, alto (o stop), pirinola, declaro la guerra (o cojín de guerra) y tantos otros; a la par que leían una historieta de Batman, Supermán y los Superamigos. Y algunas veces se agitaban en tímidos filtreos o “apasionados enamoramientos” Esos mismos niños, ahora adultos, que en cualquier reunión después de algunas copas, recuerdan: que quien no jugó canicas no tuvo infancia; parece claro, así es la niñez, pero aguarden un momento ¿Qu...