Imagina un instante ese mundo al que nos invita Lennon, sin culpas, infiernos ni castigos. Con un cielo radiante sobre nuestras cabezas. Sin premuras, apuros de dinero, ni fronteras. Sin excusas para agredir a los más indefensos. Imagina que vivimos en paz, como hermanos, sin codicias materiales ni hambrunas. Tampoco sometiendo a miles de millones de animales inocentes; mucho menos a nosotros mismos. Compartiendo esta pequeña esfera azul que llamamos tierra. Siendo iguales, viviendo como uno solo. Y a tu lado siempre alguien que se ocupe de ti, te escuche, te haga sentir reconfortado y procure tu bienestar. Imagina que dejamos de correr hacia ninguna parte, que por un instante nos desconectamos de la tecnología para encontrar de nuevo la mirada del otro. Que en la fila un desconocido te pregunte como va tu vida, y puedas responder sin aprensiones. Un mundo donde siempre hay alguien dispuesto a ayudar. Sin religiones, ni algoritmos económicos, sin propiedad priva...