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La Culpa

La culpa es un sentimiento que activa gran número de enfermedades físicas y psicológicas, por tratarse de una emoción negativa que requiere reparación.
Una persona puede sentirse culpable e interpretar que no actuó conforme a sus expectativas y  valores, de modo que siente haber cometido una falta, que le impide continuar creciendo como persona.
Aquellos que sienten culpa y propenden por un castigo se ven así mismos como  personas de menor valía, precisadas a sufrir por sus acciones, sin evaluar objetivamente el contexto o darse cuenta que el acto por el cual se culpan, era el único proceder en ese momento de sus vidas.
No obstante, el sentimiento de culpa impulsa a intentar reparar esos errores, y desarrollar un adecuado discernir entre responsabilidad y falta, la primera como capacidad para afrontar las consecuencias de la conducta, y la segunda como causa de daño a otros o a si mismo.
La culpa es una evaluación del juicio, entre lo hecho y lo que debió ser. En algunos casos conduce a ideas de castigo, y en cuanto a la culpa ajena, deseos de venganza.
Sin embargo, debemos entender que las cosas son como son y no siempre nuestro ideal, entendiendo este ultimo, como el resultado de las experiencias que nos permiten dilucidar lo que se debe hacer y lo que no.
Por supuesto, no podemos ser inflexibles en cuanto a nuestros valores y creencias, ya que esto generaría una vida demasiado rígida, difícil de sobrellevar.
La culpa está directamente relacionada con la autoestima, siendo antípoda de ella, es decir a mayor culpa menor autoestima.
Es importante distinguir el conjunto de costumbres, normas sociales, autoridad, respeto y admiración, que se transfiguran en una construcción subconsciente que exige   acatamiento. De ella deriva lo que a lo largo de la vida experimentaremos como culpa o autoestima.  
La culpa se origina desde la infancia temprana, en las primeras experiencias de rivalidad con los padres, y familiares cercanos, cuando germinan sentimientos de celos y envidia. De este modo el individuo aprende a mitigar el sentimiento de culpa proyectándolo sobre las personas más allegadas, quienes son las que mas le reprochan.
Pero en la mayoría de los casos el sentimiento de culpa, proviene del concepto del deber no satisfecho en su momento, ni de fondo o forma; puesto que la búsqueda de todo ser humano es cumplir sus ideales, sean familiares, laborales, de pareja, sociales, entre otros.  
Con todo, lo que fue ya no se puede modificar o reparar, por tanto debemos vivir con ello, dejar las culpas de lado, hacer el duelo y continuar; sobre el entendimiento de que toda persona debe amarse y respetarse a si mismo, para poder hacerlo con los demás. Y en este proceso y la búsqueda de satisfacer necesidades físicas, emocionales o espirituales; tomaremos decisiones que traerán consigo conflictos y en algunos casos sentimientos de culpa, aun así, este es un derecho inalienable, saber que no somos perfectos, que cada día estamos creciendo; aceptar esa imperfección y perdonarse.

Germán Camacho López

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